Hacer el Camino de Santiago solo por primera vez

El llamado del Camino de Santiago aparece en muchas ocasiones inesperadamente, y puede suceder que uno sienta que tiene que hacerlo solo o que no encuentre a nadie que le acompañe en las fechas en las que se dispone a realizarlo.

En cualquiera de los dos casos, pueden surgir dudas sobre la convenciencia o no de emprender en solitario la andadura. Aparecen miedos, inseguridad… Esto es totalmente natural, e incluso podríamos decir que es el primer reto a superar en el Camino.

Como veíamos en un artículo anterior, en el viaje del héroe es habitual que, tras la llamada a la aventura, aparezca el rechazo a embarcarse en ella. Puede que este texto sobre el que ahora se posan tus ojos forme parte de esa «ayuda sobrenatural» que te lleve a abandonar las dudas y entregarte a la experiencia, atravesando el primer umbral. 😉

Dudas frecuentes ante la idea de hacer el Camino de Santiago solo

El peregrino novato va a enfrentarse a la primera dificultad que encuentran todos los héroes en su camino, las dudas que asaltan su mente y que van a tratar de evitar que se adentre en un territorio desconocido. Aparecen preguntas como:

¿Podré superar los desafíos que se presenten?

¿Es el Camino un lugar seguro?

¿Me sentiré solo?

Ventajas de hacer el Camino de Santiago solo

Autoconocimiento: Descubrirás tus límites físicos y mentales. Verás hasta dónde puede llegar tu cuerpo y tu mente, y hasta dónde no. Y te puedes sorprender en ambas direcciones: por lo que no eres capaz de hacer, o por lo que sí.

Crecimiento personal: Lo que no eres capaz de hacer es una oportunidad para ganar humildad, y lo que sí eres capaz de hacer alimentará tu confianza en tus capacidades. Además, los retos del camino se incrementan cuando avanzas solo, te expones a situaciones nuevas y desarrollas nuevas habilidadses.

Socialización: al caminar solo, estás más abierto a interactuar con los demás. Cuando vas con un compañero, o con un grupo, ya tienes con quien hablar, así que no te preocuparás tanto por conocer gente. Y otra gente tampoco se mostrará tan predispuesta hacia ti , porque «ya tienes compañía».

Libertad: Si vas solo, no tienes que engociar cuándo y dónde hacer un descanso, dónde dormir esa noche, o a qué hora empezar la etapa.

Inconvenientes de hacer el Camino de Santiago solo

Soledad: Si no estás a costumbrado a pasar tiempo solo en tu día a día, puede que no sea del todo agradable para ti. E incluso aunque los momentos a solas formen parte de tu realidad cotidiana, puede que a veces te sientas un poco triste igualmente. Recuerda que todo esto es una gran oportunidad de autoconocimiento, y, si te resulta muy insoportable, no te preocupes, porque al Camino llegas solo, pero luego estás solo si quieres.

Falta de ayuda: si caminas solo y tienes un problema, no tendrás una mano tendida al momento, sobre todo si te encuentras en medio de la etapa. Pero esta es otra experiencia interesante para ver cómo te las terminas arreglando.

Consejos para hacer el Camino solo

A continuación, compartiré contigo unos consejos basados en mi experiencia personal y con la intención de que saques el máximo provecho a tu Camino si realmente deseas que abrirte a ser transformado por la aventura. Vamos con ellos:

Escucha el llamado

El Camino de Santiago es una oportunidad maravillosa de incrementar el poder de la intuición. Si has sentido el llamado, entonces el Camino ya ha comenzado para ti y sería interesante que comiences a escuchar tu voz interior. Esta te acompañará para elegir el mejor momento, la mejor ruta, y tantos otros detalles que tendrás en cuenta en la preparación. Si eres capaz de eliminar las interferencias y discernir hacia dónde estás siendo llamado, todo se volverá mucho más sencillo. Si, por el contrario, no logras hacerlo a priori, tampoco te agobies, ponte en marcha y ya verás como el Camino te va dirigiendo.

Escucha a tu cuerpo y tu mente

Esta recomendación está muy ligada con la anterior, ya que al fin y al cabo el escuchar el llamado es una escucha a uno mismo, pero es importante recalcar también este aspecto. Uno tiene que tener en cuenta las limitaciones y los puntos fuertes de su propio cuerpo a la hora de elegir su Camino y la forma de llevarlo a cabo. Esto sin olvidar que el Camino ha de ser un reto y es recomendable dejar la puerta abierta a lo imprevisible.

También es cierto que muchas veces tenemos una idea de nosotros mismos que dista de la realidad, para bien o para mal, y el Camino nos lo pondrá a la vista.

Infórmate y equípate adecuadamente

Antes de empreder nuestro Camino es interesante que nos informemos al menos mínimamente acerca de ciertos puntos:

  • El Camino y etapas elegidos
  • Equipamiento básico
  • Posibles problemas que te puedes encontrar y cómo solucionarlos

Planifica lo justo

Si de verdad quieres abrirte a la experiencia del Camino, haz los mínimos planes posibles. ¿Cuáles son los mínimos posibles? Esto dependerá de cada persona. Asegura lo que para ti sea básico. Hay personas que eligen ruta, punto de partida, llenan la mochila y se lanzan, otras miran a detalle las etapas, reservan todos los albergues, miran dónde podrían parar a comer o a descansar cada día… Ninguna opción es mejor que otra, busca la que más se adapte a ti en el momento en el que te encuentras. Pero mi consejo, como te digo, es que planes solamente aquello de lo que sientas que no puedes prescindir, e incluso un poco menos. 😉

Entrégate a la magia del Camino

Este punto está muy relacionado con el anterior, ya que se necesita cierta dosis de imprevisibilidad para que la puerta al aspecto mágico se pueda entreabrir.

No debemos olvidar que la vida siempre nos sorprende con algún imprevisto, algunos de ellos realmente mágicos. Disfrutarás mucho más del Camino si vas con el espíritu de adaptabilidad, sabiendo que los planes se pueden torcer. E incluso, aunque quizás ahora te parezca algo imposible, puede que tú mismo quieras torcerlos de vez en cuando. 🙃

La magia te puede sorprender en cualquier lugar, en cualquier momento y ante cualquier persona.

Ábrete a socializar

En el Camino te encontrarás todo tipo de seres humanos. De todas las edades, de todas las procedencias, con las más diversas personalidades y creencias. El mundo entero se reúne en el Camino, no pierdas semejante oportunidad.

El hecho de realizar el Camino solo favorece este aspecto, ya que uno estará más predispuesto a entablar conversaciones y también es más fácil que otros peregrinos se acerquen cuando no temenos compañía.

Pasa tiempo contigo mismo

Este punto parece un poco contradictorio con respecto al anterior, pero son totalmente compatibles y complementarios. Si no estás muy acostumbrado a pasar tiempo solo podría suceder que tiendas a buscar compañía para tratar de evitarlo. Es por esto que considero importante nombrar este consejo. Sería una pena que transites tu Camino sin pasar tiempo a solas.

Un diario de peregrino puede ser un excelente compañero para desahogarte, para enfrentar tus miedos, dificultades y momentos de soledad.

¿Qué me dices? ¿Estás listo para lanzarte a caminar solo? ¿O prefieres ir acompañado? Cuéntame aquí abajo.

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